Esta raza fue una de las muchas consecuencias de la transformación
que la Gema Gris provocó en el mundo. Antiguamente ogros, los minotauros
fueron revestidos de nuevos cuerpos y cultura, la del más fuerte.
Lo que no sabemos es si fue antes o después de la mutación
ogra.
Eligen a sus reyes mediante combates en coliseos,
donde la fuerza y la astucia proporcionan la regencia de un año
al candidato vencedor. Son seguidores de Sargonnas,
llamado entre ellos Sargas, el dios de la lucha y la venganza. Entre ellos
no parece haber clérigos, sin embargo sí hay magos que no
se clasifican en ninguna de las tres categorías y no se han considerado
"magos renegados" por su poca presencia en Ansalon. Actualmente habitan
las islas de Mithas, Kothas y el continente oriental de Taladas. Son increíblemente
fuertes y testarudos, y siguen un código mucho más estricto
(si eso es posible) que el de los propios Caballeros de Solamnia. Miden
alrededor de dos metros y, como indica la foto, tienen la cabeza bovina,
cuerpo y manos humanas y pies acabados en pezuñas.
Existen pocos ejemplos de bondad en el mundo minotauro
para con los de otras razas. No podemos decir que Kaz, aquél que
ayudó al caballero Huma a combatir las fuerzas de mal, fuera una
excepción, pues, como él mismo indicó, "tenía
una deuda pendiente con el solámnico".
Historia
La violencia de la raza minotauro tiene sus raíces
en su creación. Los minotauros, originariamente un clan de ogros
que vivía en la costa occidental de Taladas, fueron creados cuando
la Gema Gris escapó de sus ataduras y se lanzó alocadamente
a recorrer el mundo. Cuando pasó chillando por encima de los poblados
de los ogros altos, la gente sufrió una dolorosa transformación:
despertaron por la mañana como minotauros. Cuando esos infortunados
hombres-bestia buscaron ayuda de sus hermanos ogros, lo que hallaron fue
la esclavitud. Finalmente los minotauros consiguieron liberarse, y navegaron
con toscas naves hasta Ansalon para empezar de nuevo, no sin antes cobrarse
su precio. Dejaron la tierra empapada con la sangre de los ogros la noche
que se marcharon, devastando las tierras y las vidas de sus antiguos amos.
El viaje a Ansalon fue memorable. Los minotauros encontraron
terribles tormentas y depravadas criaturas marinas. Casi una cuarta parte
de su número se perdió en el océano. Finalmente avistaron
tierra. Establecieron un reino de incursores y granjeros, y aprendieron
a cosechar de la tierra y a tomar de los otros lo que necesitaban. Aclamaron
al héroe Ambeoutin como su rey y fundaron su sociedad sobre el honor.
Ningún minotauro sería esclavizado de nuevo a menos que quebrantara
su palabra o el código de honor minotauro. Y, puesto que el honor
es fuerza, todas las cuestiones de honor serían resueltas en la
arena.
A su debido tiempo, Ambeoutin fue padre de dos hijos.
Ambos, Mithas y Kothas, aprendieron del reino y de las batallas sobre las
rodillas de su padre. Cuando llegó el momento de decidir mediante
una batalla en la arena quién se convertiría en gobernante
después de su padre, demostraron ser tan iguales que ninguno de
los dos pudo vencer al otro. Finalmente, tras todo un día y una
noche de lucha, los jueces decidieron declarar un empate. Y así,
aproximadamente el 1560 a.C., el reino minotauro de Ambeoutin fue dividido
en dos países separados, cada uno de los cuales recibió el
nombre de su gobernante.
Esas naciones coexistieron pacíficamente durante
1.500 años, aprendiendo el arte de la navegación y de la
agricultura. Se hicieron enormemente expertos en ambas cosas, y sus civilizaciones
crecieron. Crearon un código de leyes para que encarnara el decreto
de Ambeoutin de que todo debía vivir por el honor. Lentamente, la
cultura minotaura empezó a aproximarse a las cimas de la gloria.
De nuevo, sin embargo, surgieron dificultades con otro
reino. Esta vez, el imperio istariano, en su apogeo, convergió sobre
las tierras de los minotauros, que no podían ni soñar en
enfrentarse a las interminables hordas humanas que los abrumaron. De nuevo
se vieron encadenados. Esos nuevos opresores eran mucho peores que los
ogros, porque los istarianos creían que sus acciones eran correctas.
Consideraban a los minotauros abominaciones ante los dioses, que apenas
valían siquiera para los trabajos serviles. A miles eran cazados
y muertos en nombre de los dioses del Bien. Tan convencidos estaban de
su razón y despiadados y crueles eran en sus acciones los istarianos,
que los minotauros no pudieron siquiera preparar una rebelión con
éxito.
La condenación de Istar fue la salvación
de los minotauros: el Cataclismo. Cuando la llameante montaña golpeó
Istar, los minotauros de la costa este dejaron de ser esclavos o presas.
Los dioses incluso separaron los dos reinos de Mithas y Kothas de Ansalon,
convirtiéndolos en islas a salvo de los opresores. Los minotauros
perecibían el Cataclismo como un signo de los dioses de la futura
gloria de los minotauros. Ahora, parte del código de honor minotauro
es llenar Krynn con su gente, floreciendo incluso a través de la
aniquilación de los demás.
Forma de Vida
En Ansalon, los minotauros viven en una cultura basada
en el mar, en las dos islas de Mithas y Kothas. Edificadas sobre la regla
del poder, esas tierras son gobernadas por un emperador en Nethosak, capital
de Mithas. Los consejeros del emperador son el Círculo Supremo,
un cuerpo de los más poderosos y sanguinarios minotauros de toda
la tierra. Cada miembro del Círculo ha ganado su puesto a través
de combate personal en el circo. Todos sirven de por vida, y defienden
esa vida en combate. Esa ocupación del cargo de por vida significa
en general cinco o seis años.
Debido a que los minotauros de Ansalon se preocupan
poco por la arquitectura y la estética, sus ciudades y pueblos son
escuálidos. La mayoría de los edificios están hechos
de barro y toscas planchas. Las calles entre los edificios son de tierra
y grava. Sölo la arrena del circo posee una cierta grandeza, construida
con bloques de granito y rodeada por escalonados asientos. El resto de
la ciudad tiene sólo las tabernas en casi cada esquina como digno
de mención (A los minotauros les gustan las bebidas fuertes y las
buenas peleas).
En Taladas, la civilización minotauro es
otro asunto completamente distinto. Cubre aproximadamente una cuarta parte
del continente. La Liga de los Minotauros gobierna al sur de Hosk, y recluta
la ayuda de otras razas de la zona para crear las maravillas de una civilización
auténticamente avanzada. La Liga puede ser muy bien la más
avanzada civilización de todo Krynn. El poder de la Liga en Taladas
no hace más que incrementarse con cada década que pasa. Su
emperador, Ambeoutin XI (llamado así según el famoso liberador
de los minotauros ansalonianos al otro lado del mar), ostenta un poder
absoluto sobre una cuarta parte de Taladas.